El Observatorio del Voluntariado ha lanzado su informe anual sobre el perfil de las personas voluntarias en 2024. El principal dato que se desprende es que, en España, el voluntariado moviliza a un 10,1% de la población, lo que se traduce en más de 4.200.000 personas mayores de 14 años. Este trabajo no ha incluido datos sobre el voluntariado movilizado tras la dana que se cifra en 20.000 personas, según cálculos de la Plataforma del Voluntariado de la Comunidad Valenciana.
El retrato del voluntariado en España muestra a una mujer, de entre 45 y 54 años, que colabora con una causa social desde hace más de una década, reside en una población mediana o grande, tiene trabajo y cuenta con unos ingresos medios o altos. El ámbito que elige este perfil es el voluntariado social, seguido del voluntariado sociosanitario y el cultural.
En lo que se refiere al género, la distancia entre hombres y mujeres se recorta; según los datos de 2024 el voluntariado es ejercido por un 55% de mujeres y por un 45% de hombres.
Sin embargo, en donde sí se aprecian diferencias es en el tipo de voluntariado de unos y otras. Si ellas lideran el voluntariado social, el voluntariado ambiental, sociosanitario y el internacional, los hombres eligen con mayor frecuencia el voluntariado deportivo y el de protección civil.
En cuanto al nivel socioeconómico, el estudio del Observatorio refleja que la mitad de las personas voluntarias recibe ingresos medios (de 1.001€ a 3.500€). El 22,8% cuenta con ingresos altos (más de 3.501€), mientras que un 10,3% percibe menos de 1.000€ al mes.
La buena noticia está relacionada con la incorporación de la juventud a la solidaridad. El 13,1% de las personas que hacen voluntariado en España tienen entre 14 y 24 años, lo que supone un aumento de jóvenes respecto al ejercicio anterior. Hay que destacar que la mayor parte de las personas que han empezado este año en el voluntariado tienen entre 14 y 34 años. También, cabe señalar que ha crecido el porcentaje de personas extranjeras que hacen voluntariado (12%). Ambos datos han quedado constatados durante la ola de solidaridad en Valencia.
Mi experiencia
El 29 de octubre de este año tuvo lugar una catástrofe meteorológica en la Comunidad Valenciana y la provincia de Albacete. Una DANA azotó los pueblos de la zona dejando centenares de muertos y miles de afectados. Ante la parsimonia del Estado, miles de voluntarios, en un acto brutal de empatía, desfilaron hacia las zonas más afectadas para ofrecer todo lo que tenían. Yo, junto a mis padres y un grupo de jóvenes en nombre de la Fundación Belén fuimos a Aldaia (uno de los pueblos más devastados) el pasado 9 de noviembre con el objetivo de ayudar en todo lo que pudiéramos.
A medida que nos fuimos acercando, se apreciaba en el paisaje el desastre que había ocurrido. Coches, basura, ramas, barro por todos lados…una atmosfera de caos y mucha tristeza.
Sin embargo, nada más llegar, lo primero que se podía observar era la cantidad de gente con cubos, palas, escobas, cepillos…todos manchados de barro.
En sus caras se podía apreciar la bondad, la buena voluntad y la alegría 
de saber que estábamos todos volcados con nuestros hermanos valencianos.
La gran mayoría éramos jóvenes, los mal llamados “generación de cristal” invadimos las calles de Valencia unidos por una causa común.
De todo lo malo se saca algo bueno, y durante esos tristes días salió a la luz el verdadero espíritu del pueblo español. G.S.S.
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«Yo estaba calentita en casa mirando la tele, cuando una imagen me llegó directa al corazón.
Más que ninguna otra, y cuidado que todas eran impactantes.
Imágenes llenas de barro y de suciedad y de dolor.
De quienes han perdido todo lo más importante.
Imágenes de desolación y frustración.
De llorar.
Y de pronto una imagen nueva.
Una imagen de portada de un periódico, que en medio del espanto levanta la bandera de la esperanza. Sí la imagen de nuestro Rey abrazando a un joven destrozado me ha conmovido en profundidad.
Gracias Señor¡ Esto es un Rey para mí. M.E.R.
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