Victoria, vida y muerte

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           Victoria Amelina (en el centro) con sus editores españoles Jose Manuel Cajigas y Elena Pereira

¿Cuántos años deberían pasar después de consumarse una tragedia histórica para que esa geografía particular, ese lugarejo, se limpiase de malos recuerdos? ¿Quizá jamás? ¿Hay alguna forma de borrar lo sucedido? ¿Nada puede borrarse en el tiempo ni en la memoria personal? ¿Se pueden contestar estas preguntas?

Victoria Amelina contesta. Es una escritoria ucraniana nacida en Leopolis en 1986, autora de dos novelas y varios cuentos, ganadora del Premio Literario Joseph Conrad, que obtuvo el Premio al Mejor Libro del Año en Ucrania y fue Premio de Literatura de la Unión Europea 2019, y que ha publicado una obra de arte en forma de novela: “Un hogar para dom”. Escrita hace dos años y traducida al español hace seis meses, consigue dar respuesta a estas preguntas con la metáfora escondida en la voz de un pequeño y sabio Terrier.

A Victoria le ha dado tiempo de escribir esta obra de arte que acaba de publicar en España Ediciones Avizor con una muy fiel traducción de Oksana Golliak y Frederic Guerrero para todos los países de habla Hispánica. “Un hogar para Dom” es más que una novela.

Es una crónica del dolor post soviético en una familia desestructurada vivido a través del olfato de un perro.

Dice José Manuel Cajigas en el prólogo “Como en el título de la novela, en el conflicto bélico actual se podría decir que se lucha por tener o recuperar un hogar.  Un hogar no es sólo un territorio, es también la necesidad de una comunidad política nacional de ciudadanos iguales en paz, de un marco institucional que proteja a los débiles y de unas leyes que amparen a los ciudadanos, como si fueran las paredes y el tejado de una casa, que permitan pensar, opinar, comer o amar con la misma libertad que se hace dentro de la casa de cada cual”.

Victoria, vida y muerte. Esa libertad y esa posibilidad de tener una casa real tres meses después de aparecer la novela en España, y de ser presentada en la Fundación Menéndez Pidal, con enorme tristeza ediciones Avizor ha tenido que comunicar que la gran escritora ucraniana, y amiga, VICTORIA AMELINA, de 37 años, casada y con un hijo de 10 años, ha fallecido en Dnipro (Ucrania) en el Hospital Mechnikov, en la noche del 1 de julio, como resultado de las gravísimas heridas sufridas en el ataque criminal con misiles rusos producido el 27 de junio mientras cenaba en el Ria Lounge, una pizzería de Kramatorsk.

Amelina, tras la feria del libro de Kyiv, decidió acompañar al escritor Héctor Abad Faciolince y a la periodista Catalina Gómez Ángel a la región del Donetsk, donde acabaría encontrando la muerte. Una zona que es escenario de varios pasajes de su magnífica novela Un hogar para Dom.

Avizor afirmaba en el Comunicado “Estamos decidimos a convertir la sinrazón de su muerte en un constante homenaje y recuerdo de Victoria y mantener viva su lucha frente a los crímenes de guerra contra la población civil, como el que ella misma sufrió. Según nos informa el PEN CLUB de Ucrania, organización internacional de escritores: “El análisis de la destrucción y las evidencias y pruebas recabadas, así como los testimonios de los testigos, muestran que los rusos usaron un misil Iskander de gran precisión. Sabían con claridad que estaban bombardeando un lugar con muchos civiles. Hasta ahora el balance es de 13 muertos y aproximadamente 60 heridos”.

Y añadía el comunicado “La firme determinación de Victoria de que fueran juzgados los crímenes de guerra que se están cometiendo en Ucrania, se convierte ahora en ejemplo para todos. En su libro Un hogar para Dom, en un pasaje, Victoria Amelina recuerda un grafiti que se popularizó en su país y en toda la Unión Soviética, cuando un famoso músico de rock murió y la gente escribía en las paredes que seguía vivo.

Ahora nosotros lo expresamos igual: “Victoria está viva!” Victoria zhyvy!.