Diébédo Francis Kéré es el primer africano en recibir el premio Pritzker 2022 de arquitectura: «A mis estudiantes africanos siempre les hago ver que en Europa todo está ya hecho; las ciudades ya están construidas. Pero África todavía les necesita»
El premio Pritzker es el mayor galardón internacional de arquitectura. Francis Kere nació en Burkina Faso, en Gando, una aldea remota sin electricidad ni agua corriente. Kere explica su origen tradicional, su amor por la naturaleza y su persistente voluntad de cambiar la vida de sus compatriotas burkineses con su trabajo.
“Al final, todo se reduce a mi amor por la naturaleza y la manera en que la naturaleza crea estructuras. Si miras una duna, es un fenómeno muy simple y a la vez muy hermoso. Cuando tenía que trabajar en la ciudad malinesa de Mopti, viajaba en coche y cruzaba el desierto. Por el camino, me paraba a mirar y estudiar el paisaje, realmente me tomaba mi tiempo para apreciarlo. Es sencillamente precioso. Estudiaba la forma en que el viento ha moldeado la arena y cómo la luz rompe y produce olas de sombras. Hay algo en el desierto que es monumental, interminable… No me canso de mirarlo”.
“Cada uno de nuestro proyectos está pensado y realizado cuidadosamente, construido con el convencimiento que la belleza tiene el potencial de elevar e inspirar”.
“Con siete años marché a la escuela. Esto significó tener que dejar a mis padres y quedarme con una familia de acogida. Hay que tener en cuenta que, en Burkina Faso, carecemos de infraestructuras. En mi pueblo no había escuela. Con mi familia de acogida, ayudaba a restaurar casas los fines de semana e iba a clase durante los días laborables. Recuerdo estar sentado en mi aula, que era muy oscura. Y eso que fuera había mucha luz solar. Hacía mucho calor dentro, lo cual dificultaba mucho el estudio. Los bancos eran muy incómodos; los clavos me pinchaban el trasero.
Decidí que quería mejorar estas cosas, así que probé a dedicarme a la carpintería. Cuando tenía nueve años, empecé a trabajar para un carpintero cerca de la casa de mi familia de acogida; su taller sigue allí. Después de algunos años, vine a Ouagadougou a trabajar. No había muchas oportunidades, así que solicité un curso de formación profesional para activistas en Alemania. Esa beca me abrió el camino para querer cambiar la vida por medio de la arquitectura”.
Escuela primaria de Gando, Burkina Faso
“Al terminar la secundaria, empecé los estudios en la Universidad Técnica de Berlín. Lo primero que quería hacer era volver a mi pueblo natal, Gando, y construir una escuela, para que ningún niño tuviera que abandonar su pueblo como había tenido que hacer yo antes. Esto fue lo que hice para el proyecto de fin de carrera. Quería que ese colegio fuera un lugar inspirador, tenía que ser cómodo, no tan oscuro y caluroso, como las aulas que conocí cuando era más joven. Todo esto me llevó a convertirme en arquitecto. Puede que todo esto parezca un sueño, pero todo es verdad”.
“Los jóvenes de África necesitan tener esperanza. Necesitan una alternativa a convertirse en políticos. Espero que más jóvenes sigan la carrera de arquitectura, porque quieran mejorar el entorno en el continente. Necesitan expresar su talento, eso es lo que espero ver. Por ahora, es simplemente una esperanza. Me limito a hacer el trabajo que me gusta y de repente recibo este reconocimiento; es una locura. Quiero ver cómo los líderes de África empiezan a utilizar su poder y su posición para inspirar a las nuevas generaciones. A mis estudiantes africanos siempre les hago ver que en Europa todo está ya hecho; las ciudades ya están construidas. Pero África todavía les necesita”.
Los jóvenes suelen decir: “Somos pobres, necesitamos ayuda de los demás”. Y eso es lo que más odio. Si le dices a un hombre o una mujer joven que África es pobre y Europa es rica, te creerán y querrán emigrar. Debemos cambiar el paradigma. Con el reconocimiento que tengo ahora me siento lo suficientemente seguro para decir: “Deja ya de culpar a los demás”. Por supuesto, todos sufrimos por el pasado. ¿Pero qué pasa con el presente?
“La arquitectura puede cambiar vidas. La población crece y necesitamos construir escuelas y casas. Las ciudades siguen creciendo. Quiero decirle a la gente: eres parte de este proceso, puedes ser partícipe en hacer de la ciudad un lugar mejor para vivir. Debes buscar formas alternativas de hacer casas y no limitarte a copiar lo que es la norma. Si lo haces, descubrirás algo importante. Eso te dará una identidad. Es lo que yo hice: no copié lo que había visto, sino que hice algo diferente. Mira a tu alrededor, hay inspiración en todas partes. Utiliza tu potencial, puedes usar tu entorno para crear algo que suponga una diferencia”.
Asamblea Nacional de Benin
«En Burkina Faso nos enfrentamos a un clima extremo. Cuando hace calor, hace mucho calor. Cuando llueve, llueve muchísimo. Si uno observa la naturaleza, se da cuenta de que un tejado fuerte sirve de refugio. No importa lo que pongas debajo, el techo lo protegerá de los elementos. Si luego diseñas el resto de la estructura de forma inteligente, puedes crear un espacio fresco sin usar electricidad. No necesitamos aire acondicionado para refrescar las habitaciones de nuestros edificios. Esto es vital para el diseño de casas en esta parte de África: ¿Cómo hacemos para que las aberturas de nuestras estructuras dejen entrar aire limpio y fresco en el edificio? ¿Cómo reducimos el calentamiento excesivo? El cambio climático es un problema importante. Todos debemos tenerlo en cuenta en nuestros diseños. Eso es lo que sigo diciendo a todo el mundo: estudien los hechos, accedan al conocimiento».
Veo mi trabajo como una pequeña gota de agua en el desierto. Si mucha gente se une a mí, podremos provocar un chaparrón de ideas”.
Lo sé. He tenido esa discusión muchas veces. Pero en Occidente adquirí conocimientos. No vine a Alemania a ganar dinero, ni huyendo de mi país. Solo soy un privilegiado porque me he procurado una educación. No olvide que fui a una escuela nocturna en Alemania. Durante cinco años, trabajé durante el día y fui a la escuela por la noche. Todos los días, de las 18.00 a las 23.00. No quiero decir que la gente no deba venir aquí. Pero si todo el mundo se viene, ¿quién va a construir nuestro continente?
Pabellón Sarbalé Ke, de Kéré Architecture. Es una instalación creada para el Festival de Música y Artes de Coachella 2019, inspirándose en el árbol baobab.
«Quiero centrarme aún más en orientarme totalmente hacia los materiales. Siento que soy un oportunista de los materiales de construcción. Busco lo que está disponible in situ y lo utilizo al máximo. El premio me ha dado la energía y la confianza para no dudar.
Con el aumento del tamaño de las ciudades y la urbanización, tenemos que cambiar el relato. Tenemos que promover activamente una forma de desarrollo que no dañe el medio ambiente. La arcilla suele considerarse material de pobres. Tenemos que emplear materiales disponibles localmente y crear algo que inspire a la gente. Por último, algunos clientes importantes de África me están pidiendo que use arcilla en lugar de ladrillos. Hace 20 años, la gente se hubiera reído de mí. Era algo impensable. Ahora, también gracias al Premio Pritzker, he ganado algo de crédito. Por fin hay un reconocimiento».
El Dr Keré termina : «Espero poder sensibilizar a la gente con mis diseños y mi fundación»