Obras bien hechas y otras de deficiente ejecución

Ciudadanos disfrutando del Paseo de San Roque en el Parque de la Concordia tras finalizar las obras

La contemplación de la vida cotidiana, del mundo circundante por el que paseamos a diario nos permite ver qué obras se hacen bien y cuáles de forma deficiente a lo largo de su proceso de ejecución. El pararnos a conversar con las personas que las ejecutan también nos permiten apreciar cuándo una obra se torció o cuando se enderezó, o cuando el conjunto del camino ha sido elegante y bien hecho.

En una misma urbe, aunque mutatis mutandis, seguro que tú, lector, podrás apreciarlo en tu ciudad o pueblo, se producen a lo largo del año obras bien hechas y otras de deficiente ejecución. Me voy a detener hoy en la ciudad de Guadalajara.

A la vista de cualquier persona que habite en ella en el último año 3 ó 4 obras han podido llamarle la atención en su día a día. Una, la rehabilitación del Mercado de Abastos. Dos, la reforma integral del Parque de la Concordia. Tres, la puesta a la altura de los nuevos tiempos del puente romano-árabe. Cuatro, la reurbanización de la Plaza del Concejo a escasos metros del Ayuntamiento de la capital de la Alcarria.

Esta última desde que se iniciara a comienzos de año ha vivido todo tipo de vicisitudes. A pesar del innegable trabajo de los operarios que llevan en ella desde entonces, en horarios desde las ocho de la mañana hasta bien avanzada la tarde, sólo parando para las diferentes comidas, los problemas se han ido sucediendo. Estuvo parada la obra mes y medio. Los motivos fueron dos: El primero, el subsuelo de la plaza estaba hueco, algo que conocían los vecinos de la plaza, y por lo visto no el arquitecto municipal. No se entiende que éste no hubiera informado a los responsables de la obra cuando al poco tiempo de iniciarse la misma, una excavadora se hundió y provocó un socavón durante sus quehaceres.

El segundo, la presencia de amianto en el edificio del Centro Cívico, algo que también se tenía que conocer dada la fecha en que aquél fue ejecutado. Otro error del funcionario que tiene la competencia y de su equipo, y que debieron de haber subsanado antes de iniciarse la obra. Ambas circunstancias también afectaron a su presupuesto.

Posteriormente, ya a finales de mayo, hubieron dos incidentes más: Uno, un escape de gas por haber cortado sin querer un tubo de distribución del mismo. Dos, un corto circuito que provocó averías en electrodomésticos del vecindario y también en alguna infraestructura vecinal (puerta del garaje, iluminación del mismo).

Pero como les decía antes, posemos la mirada sobre las obras que sí se han ido gestionando de forma notable a pesar de las dificultades que conllevaban: la modernización del Mercado de Abastos, un bello y sencillo edificio de piedra con estilo alcarreño del pasado siglo. El darle más y mejor vida al puente árabe romano, con muchos siglos de vida, y que así ha visto ampliar ésa. Y la reforma integral del Parque de la Concordia, por donde miles de personas pasean a diario para disfrutar del ejercicio físico, de una buena conversación, de la amistad o la familia.

Detenernos a mirar esas otras realidades bien gestionadas y desarrolladas, nos ayuda a ponderar mejorar nuestra realidad cotidiana y en hacernos un balance más acertado del mundo en el que convivimos.

 

Manuel Carmona Rodríguez