Valorar la rutina

Durante estas semanas de confinamiento he aprendido a valorar mucho la rutina de la que tanto me quejaba porque era muy monótona. Ahora, sin embargo, daría lo que fuera por volver a clase, ver a mis amigas y la hora de transporte público de ida y vuelta a la universidad.

Lo que más echo en falta es el contacto con la gente que quiero, mi familia y mis amigas. El poder ir a casa de mis abuelos a comer, ir a cenar con mis amigas y luego salir por Madrid… Si antes lo valoraba, ahora mucho más, y no puedo esperar al día en el que pueda verlos.

En estos últimos días he tenido momentos en los que el nivel de aburrimiento, estrés, impotencia y sensación de claustrofobia han sobrepasado mis límites, ya que está siendo muy difícil mantenerse fuerte psicológicamente.

Sin embargo, ha habido muchos momentos en los que he podido pensar en mis cosas, en lo que quiero hacer en la vida, y en cosas que en las que antes no tenía tiempo para pensar. He reflexionado mucho sobre mí y sobre mi vida, y también he pensado en formas de ser mejor persona cuando todo vuelva a la normalidad.

Con las cosas positivas y negativas, estoy segura que esta situación nos va a enriquecer a todos  haciéndonos más fuertes en todos los sentidos, y lo más importante que me ha enseñado la cuarentena, aprender a valorar tu día a día y los momentos que tienes para estar con tu gente.

 

A.M (20)