TALLER 99

Una oportunidad laboral para personas en riesgo de exclusión.

Taller 99 es una empresa diferente. Es una empresa con corazón. Una empresa de inserción promovida por la Fundación Labora y apoyada por Cáritas Madrid que ofrece un espacio para el desarrollo personal y profesional a personas en riesgo de exclusión. Llevan más de 20 años ofreciéndoles un trabajo y una formación, y con ello una manera de rehacer su vida. Son personas que normalmente llegan a través de los Servicios de Orientación e Información para el Empleo (SOIE) y pueden permanecer en plantilla durante dos años, hasta que adquieren unas habilidades profesionales y sociales que les permitan salir adelante. Taller 99 les proporciona un empleo remunerado y el apoyo constante de un equipo de profesionales. Es decir, el método es enseñar a trabajar trabajando.

Las instalaciones cuentan con dos salas abiertas y comunicadas entre sí; una donde se fabrican productos de marroquinería (bolsos, carteras… para mujer y para hombre) y en otra artículos de confección industrial y confección infantil, ropa para niños y vestidos de comunión. Todos los espacios son abiertos y se comunican para poder rotar y ampliar el abanico de habilidades.

Fransi Díaz Romero, responsable de Taller 99, cuenta que el personal de la empresa está formado casi en su mayoría por personas «que no tienen una fuerte red familiar o social; algunos tienen niños a su cargo y no tienen apoyos familiares ni pareja; a veces vienen con pocas habilidades sociales, y también con escasa formación», por lo que en la empresa encuentran «un equipo multidisciplinar que trabaja en un itinerario para ver qué áreas hay que mejorar».

Se trata de «una empresa puente entre la exclusión y la normalización», en la que no hay solo una formación técnica o profesional, sino que «también se trabajan las habilidades sociales básicas, la puntualidad, el trabajo en equipo, la autoestima y otras habilidades que les permitirán acceder luego a un empleo».

Las personas que llegan a Taller 99 saben que «esto no es un taller ocupacional; es una empresa y hay unos contratos», y saben también que la duración máxima en este trabajo es de dos años. «Es un tiempo en el que ellos adquieren lo que necesitan para salir al mercado laboral, y así también pueden dejar espacio para que otra persona pueda formarse y trabajar», cuenta la responsable de la empresa.

Desde el primer día que entran en Taller 99 «se trabaja su salida, se les apoya en sus carencias, les enseñamos a hacer un currículum, a presentarse en una entrevista, les ayudamos a mejorar la búsqueda de empleo, y se ve el área laboral que les motiva más»; como la última persona que salió de la empresa, que está trabajando con un diseñador de alta costura.

Pero si el trabajo no sale de forma tan rápida, «no se cierra el contacto, sino que seguimos trabajando». El itinerario guiado por los profesionales de Cáritas sigue su curso: «siguen acompañados, no están solos». De todos modos, Taller 99 «es más que un empleo. Ellos encuentran aquí una red de apoyo que antes no tenían. Entre ellos se ayudan y se acompañan», revela Fransi.

El resultado del trabajo son unos productos muy profesionales, perfectamente acabados, con diseños originales y bonitos. La mayoría de los que se elaboran se comercializan en La Tienda de Cáritas de Madrid, y también atienden pedidos de empresas.