Abril es el mes del libro gracias a Cervantes. Mucho le debemos a don Miguel, no solamente libros, talante y estilo. Le debemos lo que él nunca pudo imaginar, ni siquiera soñar: ser clave de pensamiento español cinco siglos después de su muerte.
Por poner un ejemplo: “Cervantes clave española” de Julián Marías. Para Marías la muerte no es el final de la obra de una persona creativa. Su labor, su fama, su operatividad dependerá de sus herederos vitales. De los continuadores, de los discípulos, de quienes gustando una obra, una idea, una música, pretérita, la reincorporan a la vida, innovando, sumando, mejorando el presente. Cervantes de esta forma sigue operando, sigue creando “el espesor del presente”.
Y mayo sigue siendo el mes del libro por las ferias. De Sevilla a La Coruña pasando por Madrid no hay ciudad en España que no monte su feria del libro.
La lectura es una de las herramientas más cercanas que tenemos para aprender a lo largo de la vida. En este mes los escaparates están llenos de libros de autoayuda, no es novedad y de libros para colorear los adultos, esto si es moda reciente. Y es que colorear, es una técnica de relajación porque activa distintas áreas de los hemisferios cerebrales, tanto en la parte lógica como en la creativa. Colorear tiene efecto antiestrés y combate la ansiedad. Los colores más tranquilizadores que son los que se deben utilizar en este tipo de terapia creativa que cada cual puede realizar en su casa son el rosa, el verde y el azul cielo, justo los colores que más se prodigan en el campo en estos días.
Otra terapia saludable al alcance de todos es andar por el campo y leer haciendo caso del consejo Cervantino “El que lee mucho y viaja mucho, mucho sabe y mucho ve”.