Educación libre en Fuentelfresno, en Soria

¿Cómo le gustaría que fuese la escuela ideal para sus hijos? ¿se imagina un colegio donde reinase el espíritu libre?

Por ejemplo, asambleas donde unos niños estuvieran de pie, otros en grupo o solos. Otros, sentados sobre una alfombra. Con mesas de distintos tamaños y colores. Una grada en cada aula, como en los anfiteatros romanos. Para escucharse, para opinar, para debatir y decidir entre todos asuntos importantes para la escuela, que es igual que decir, para ellos mismos. O profesores que comieron con los alumnos porque todos forman la comunidad.

Pues este tipo de colegios ya existen en muchos lugares de España, que se han sumado a un nuevo proyecto pedagógico llamado Educación Libre, que tiene definiciones en diversas partes del mundo, y puede ser entendida de muchas formas. La esencia de la educación libre es respetar el proceso de desarrollo humano, confiar en la vida y en la posibilidad de que el hombre puede construirse a sí mismo.

Partiendo de esta base, los proyectos de educación libre se caracterizan por acompañar a los niños en este proceso, hacer propuestas y dar el ambiente necesario, pero con la idea principal de la no-directividad, es decir, no interferir en la toma de decisiones, ni dirigirla. Esto se traduce en dejar al niño ser.

Algunos de los centros de educación libre ya son homologados. Es el caso del colegio público de educación activa de Fuentelfresno, en Soria. El centro supone la implantación en Soria y en la región de un proyecto innovador que combina el currículo de la enseñanza pública oficial con una metodología activa propia de la escuela libre en la que vienen trabajando en este municipio desde hace ya cinco años al amparo de la asociación Papoula Espacio de Pedagogía Libre.

«Es libre en el cómo, pero no en el qué», según afirmó Javier Barrio, director provincial de Educación. «No es una escuela libre, lúdica, para hacer lo que se considere oportuno porque no podemos ignorar que es un colegio público y por tanto tiene que cumplir lo curricular prescriptivo como el resto de colegios públicos». No obstante y sobre todo en la fase de Infantil se trata de implantar el modelo de pedagogía activa propuesto por los padres.

La decisión fue como un regalo en el pueblo, y también entre los padres, que hace tiempo estaban buscando una solución para poder ofrecer a sus hijos un modelo pedagógico en el que creen y apuestan. «Desde Papoula (la escuela libre que funciona actualmente en Fuentelfresno) se estaba trabajando en homologar el espacio, y el proceso estaba muy avanzado para hacerlo colegio americano (una modalidad legal en España). Habíamos hablado con la Dirección Provincial de este proyecto pero llegó un momento, a partir de una reunión, que surgió la posibilidad de darle una vuelta a poder ser público. Nosotros siempre hemos defendido la escuela pública y estamos a favor de la escuela pública, así que empezamos a trabajar sobre ese aspecto», afirma José Miguel Díez, uno de los padres promotores y mediador en el proceso.

Las señas de identidad que rodean al proyecto han permitido «encajar» todas las partes. «En un colegio rural los niños de diferentes edades están en el mismo aula, con lo cual cada niño sigue más su propio ritmo que si fuesen todos del mismo nivel; es un poco individualizado, y suele haber también menos alumnos, con lo cual eso también permite que el profesor pueda atender más a cada niño. Luego, el entorno natural que tenemos alrededor facilita también mucho este tipo de metodología activa. Con lo cual, se daban todas las circunstancias para ensamblar el proyecto público rural propuesto por la Dirección Provincial con el modelo alternativo que plantean desde el pueblo. En Fuentelfresno había surgido además la necesidad de poder abrir un colegio, ya que en los últimos años ha crecido sustancialmente la población joven. Por otro lado, todas las familias que estaban interesadas querían una metodología activa, con lo cual, al ser de nueva creación, todo estaba a favor.

El objetivo de todas las familias o era, es, que pudiese ser con una metodología lo más activa posible. Que sea una comunidad de aprendizaje, que es una forma de estructurar un colegio. Sería la segunda comunidad de este tipo en Castilla y León y lo que permite, en síntesis, es involucrar no solo a las familias, sino a todo el entorno, a toda la comunidad del pueblo, incluso de Soria, que puedan colaborar de cualquier forma. Este tipo de comunidades generalmente suele contar con voluntarios que participan en el día a día y apuesta por que el centro educativo no sea solo un colegio abierto por la mañana, sino que pueda funcionar con otras actividades educativas todo el día, incluso el fin de semana. Que sea un concepto distinto de educación.

La iniciativa sitúa a Fuentelfresno como ejemplo de lucha contra la temida despoblación soriana. En este municipio se ha conseguido en los últimos años fijar población, pasando de dos a 20 casas abiertas, recuperando servicios y presentando la edad media de población más baja de Soria. La localidad, perteneciente al municipio de Ausejo de la Sierra, ha logrado revertir la balanza que arrastraba durante décadas y hoy en día es el pueblo con la media de edad más baja de la provincia, con 19 menores de edad entre sus 40 habitantes. Además, es uno de los núcleos más activos y dinámicos. Al contrario de lo que ocurre en el resto de la provincia donde es habitual que los niños tengan que coger a diario el autobús para ir al colegio a otra población más grande, aquí se está estudiando la posibilidad incluso de implantar transporte escolar desde la capital con destino Fuentelfresno. Todo un hito en enseñanza rural.

Los padres, acostumbrados a colaborar con el centro educativo, ayudaron a poner a punto las aulas, el patio, y las zonas de juegos.

No existe un botón mágico para revertir la situación rural de la provincia, pero Díez considera que ha sido fundamental en esta lucha contracorriente «la gente que vivía antes aquí y se dio cuenta de que vender parte de lo que tenían haría que pudiera venir más gente». También «el propio Ayuntamiento, que fue vendiendo y subastando más parcelas». La llegada de población joven fue el polo de atracción. La cercanía a Soria, el buen ambiente que se respira en Fuentelfresno, donde «se decide todo entre todos», la perfecta integración con la gente del pueblo, el dinamismo de los habitantes… ha hecho el resto.

La asociación Papoula que ha jugado un papel tan importante en este proyecto, ha organizado además durante varios años las Jornadas de Educación Libre para dar a conocer qué se entiende por pedagogía libre y cómo ésta se aplica en diversos proyectos a nivel nacional.

Para saber más