Fuente: Instituto Nacional de Música en Afganistan (ANIM)
De La Mancha (España) a Afganistán
La música, bálsamo para el alma rota. Capaz de generar vida donde parece solo quedar sufrimiento. Música para rebelarse contra un ordenamiento de las cosas basadas en la injusticia, en el dolor. La Música aflora en los territorios más inhóspitos de nuestra geografía física y política. Observamos dos ejemplos, el caso de Picón (en Ciudad Real, España) y la orquesta de mujeres Zohra en Kabul (Afganistán).
Zohra significa Venus en árabe y en persa, pero también es posiblemente una de las mayores valentías que una mujer puede acometer en este mundo. Zohra es oxígeno para sus integrantes: mujeres de entre 13 y 20 años, que integran la primera orquesta de música clásica después de 40 años de guerra en Afganistán (y la primera orquesta de estas características en el mundo musulmán) a pesar de ser considerada la Música, una perversión.
Su formación fue financiada por el Banco Mundial y por donantes extranjeros, pero hasta hace muy poco no ha conseguido tocar fuera de Kabul (por amenazas de muerte a sus integrantes). Tocar para expresar, tocar para gritar, tocar para expresarse como mujer y como ser humano.
La que comenzó siendo una orquesta de 10 personas, ahora supera la treintena. Ensayan dos días por semana, con más frecuencia de ensayo antes de los conciertos. Una orquesta formada por mujeres con diferente nivel de estudios (desde 6º grado), donde las más expertas ayudan a las recién incorporadas, y juntas eligen su propio repertorio (música afgana y occidental).
Negina Khpalwak, su directora, y las demás integrantes de la orquesta Zohra se dan cuenta de la ocasión que se les presenta para cambiar de destino. Algunas fueron niñas de la calle, sin techo. El Instituto Nacional de Música – ANIM recluta a la mitad de sus efectivos entre la población más marginada.
Fuente: Instituto Nacional de Música en Afganistán, ANIM.
En algunos lugares del mundo, el Estado invierte en la Música como herramienta de cambio social. Tal es el caso de Colombia que, a través del Plan Nacional de Música para la convivencia es un intento por parte del gobierno de Colombia para establecer una política de Estado hacia la música, que contribuya a fortalecer la expresión musical individual y colectiva como factor de construcción ciudadana.
De la Colombia del S.XXI a la España de 1936. Algo, además de muerte sin sentido, ocurrió en España desde 1936. La vivencia de un conflicto político que ha trascendido generaciones hasta nuestros días. Lejos de querer alejarnos de nuestro objetivo como plataforma divulgadora de Creatividad y Arte en todas sus expresiones, leemos “La música como elemento de socialización. Estudio de un caso”, un estudio de Escribano, F. del año 2011, donde se indaga en la experiencia de un punto localizado de la península ibérica, a partir de la siguiente pregunta:
¿De qué manera la actividad musical colectiva es capaz de contribuir a resolver conflictos sociales?
En España no ha habido un Plan Nacional de Música, como en Colombia, y muchos nietos de los combatientes durante la Guerra Civil (1936-1939) aún se relacionan en base a la contienda de los años treinta. El caso de Picón, pueblo de unos 700 habitantes (INE 2008) en la provincia de Ciudad Real (Castilla La Mancha, España) es uno de esos lugares en los que se podía palpar hace unos años esta tensión. Una tensión que refleja el trabajo de investigación de Escribano, F. (2011): “Gente que vive uno al lado del otro y no se saludan…hermanos que por política no se hablan” (página 25).
Esta dificultad de relación basada en la contienda política es también evidenciada por el director de la Banda de Música de Picón: “Lo percibí desde el primer día, no solamente en los alumnos adultos, sino en los alumnos menores de edad ya que reflejan la rivalidad política de los padres. De todas formas ya me habían informado un poco de él (…) Opino que la música en este caso que tratamos actúa como medio vinculador y de unión entre los componentes siendo el punto de unión entre [ellos]. Independientemente de las ideas políticas de cada [uno] y de sus familias, la música les ha unido y les va acercando día tras día gracias a la convivencia de clases y ensayos” (Escribano, F. 2011, página 29).
En el año 2009, el Alcalde decidió poner fin a esta situación, a través de la formación de una Escuela de Música, algo que parecía demandar los vecinos del pueblo y que hoy contiene el 10% de la población.
La Música, integradora social de las personas en situaciones difíciles, sea cual la localización geográfica del conflicto o el tiempo en que se produjo.