Barreras arquitectónicas en entornos urbanos

Las barreras suponen un obstáculo a la autonomía de las personas y a su capacidad de elección e interacción con el entorno. Por ello, y teniendo en cuenta que el 4 de diciembre de 2017 es la fecha límite para que los espacios públicos urbanizados y edificaciones existentes que sean susceptibles de ajustes razonables sean accesibles (Disposición adicional tercera del Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de Derechos de las personas con discapacidad y su inclusión social), se realizó una encuesta sobre la percepción de la accesibilidad de nuestro entorno urbano.

El objetivo de la encuesta era saber si actualmente, los itinerarios peatonales y parques y jardines de nuestras ciudades y pueblos permiten que sean disfrutados y utilizados por todos los vecinos, con independencia de si tienen o no algún tipo de discapacidad.

Se han recibido, durante los meses que la encuesta ha estado activa (octubre y noviembre de 2016) un total de 2.542 respuestas.

Los datos obtenidos permiten establecer un perfil de las personas que han contestado a la encuesta, resultando que más de la mitad viven en una localidad de más de 100.00 habitantes (54.30%), está en el rango de edad entre 36 y 65 años (68, 81%), con estudios superiores (69,16%) y de ellos, trabaja el 57,79%.

La mayoría de los participantes no consideran satisfactoria la accesibilidad de su municipio (78,70%), sin embargo, no han puesto en conocimiento de su Ayuntamiento las deficiencias que han detectado (66,43%). Esta institución (El defensor del Pueblo) considera preocupante que en los casos que sí han denunciado ante su Ayuntamiento la situación, el resultado obtenido haya sido mayoritariamente negativo (80,27%).

Más de la mitad de todos los encuestados que residen en municipios diferentes en número de habitantes, califican a los itinerarios peatonales que permiten acceder a la edificación y a los diferentes lugares de uso público como “poco accesibles” (52,42%). Hay que destacar que siempre se señalan las mismas barreras en aceras, en cruces y semáforos.

Finalmente, en relación con la accesibilidad de los parques y jardines, los resultados muestran que mientras el 40,68% considera que son “bastante accesibles”, el 45, 79% los califica de “poco accesibles”.

Conclusiones

  • La mayoría de los encuestados no cree que su municipio tenga un nivel satisfactorio de accesibilidad, independientemente de su población.
  • Más de la mitad de los encuestados no han puesto en conocimiento de sus ayuntamientos las deficiencias detectadas. Respecto a los que sí habían llevado a cabo gestiones, la mayoría ha obtenido un resultado negativo, debido a la falta de contestación o la inexistencia de presupuesto.
  • Las principales dificultades y barreras que encuentran los encuestados en los itinerario peatonales se centran en los semáforos, inadecuada o deficiente señalización táctil, visual o acústica y tiempo de paso. También los cruces, debido a los comportamientos incívicos (coches, motos o bicicletas aparcados en zona de paso).
  • En los parques y jardines de los municipios, las principales barreras se encuentran en las áreas de juego infantil debido a la carencia de elementos de juego accesible, al pavimento que dificulta el acceso con sillas y la inexistencia de bancos accesibles en las zonas de estancia.

Decisión

Tras estudiar los datos remitidos, el Defensor del Pueblo ha considerado oportuno solicitar información a varios municipios españoles sobre los procedimientos para resolver las quejas sobre barreras arquitectónicas en el entorno urbano. Por ello, se han iniciado 9 actuaciones de oficio con municipios de menos de 10.000 habitantes, con municipios entre 10.000 y 100.000 habitantes y con municipios de más de 100.000 habitantes.

El objeto de estas actuaciones es saber si los ayuntamientos tienen comunicación fluida y eficaz para que los ciudadanos pongan en su conocimiento las reclamaciones sobre barreras arquitectónicas.

Interesa a esta Institución saber si los Ayuntamientos consultados han evaluado su entorno urbano, y elaborado un Plan Municipal de Accesibilidad para eliminar las barreras arquitectónicas existentes en las vías públicas, parques y jardines municipales.