Irati Mogollón García y Ana Fernández Cubero publican un estudio sobre la arquitectura del cuidado: viviendas colaborativas para personas mayores en País Vasco y Europa. Nuevos puntos de vista para una sociedad más vivible, inclusiva e interdependiente. Bienvenidos al debate.
¿Qué va ser de nosotras cuando seamos mayores? ¿Van a cuidar de nosotras nuestras hij*s? ¿Y si no quieren? ¿Y si no tengo? ¿Ir a una residencia geriátrica? ¿Y si no puedo pagarla? ¿Y si no quiero? ¿Y si me quedo en casa sol*? ¿Y si no puedo?
El envejecimiento de la población en las sociedades occidentales está cada vez más presente: más personas mayores con una mayor esperanza de vida.
“Diversas autoras (Beauvoir 1970, Freixas, 1993, Butler, 1969, Duran, 2014) han investigado desde diferentes disciplinas (sociológica, médica, histórica, arquitectónica, filosófica…) respecto a este fenómeno negativo y sistemático en torno a la vejez. Concretamente Robert Butler (1969) acuña el término “Edaismo” (ageism) para definir el estereotipo que discrimina a las personas mayores por el hecho de ser viejas, llevando a considerarlas como un grupo social aparte relacionado siempre con la enfermedad, la dependencia, la fealdad, la pobreza o el aislamiento” (Página 11 del Estudio de Arquitecturas del Cuidado).
Irati Mogollón García y Ana Fernández Cubero, después de doce meses de un doble viaje en busca de proyectos que intentan plantear el proceso de envejecimiento, la vivienda y los cuidados de como algo a trabajar de manera colectiva, se centran en el rastreo de posibles raíces culturales en el contexto vasco y proyectos en funcionamiento por Europa (Dinamarca, Alemania, Suecia y Francia).
Además este estudio se plantea desde una perspectiva de género, donde se busca romper con un sistema social que niega la vulnerabilidad y las interdependencias entre los seres humanos, algo que el Feminismo enfoca desde el análisis de la sociedad que sigue un patrón masculino productivo, un modelo universal que sirve para diseñar todas las áreas que atañen al funcionamiento de una sociedad.
“Creemos que, una vez más, otra vejez es posible, que ésta será feminista o no será y para ello nos parece importante animar el debate en torno a los cuidados, el género, y otras opciones de vida que merezcan la alegría de ser vividas”.
Los cuidados: La base que sujeta un gran Iceberg
Para que esta situación de supuestos sujetos independientes, autosuficientes y productivos pueda darse, “hace falta que haya todo un subsistema de cuidados, de mercados, economías y servicios sumergidos e informales que permitan atender a todo el cúmulo de necesidades sociales (interdependencias de las personas, etc.) que no van a ser tenidas en cuenta en el panorama público formal” (página 14 del Estudio).
Esto hace referencia, entre otras muchas cosas a la vivienda, un recurso costoso económicamente y muy regulado, aunque fundamental para la integridad humana y recogido en la Constitución Española como derecho (entre otros códifos). En la vivienda se estructura la Vida y el modo de concevirla desde la Infancia y asienta en nosotros nuestro modo de concebir el mundo.
¿Qué es el Cohousing?
“Apartamentos privados completos que cuentan con espacios y/o servicios comunes compartidos por las personas residentes que están basadas en sistemas de organización interna horizontales que fomentan la colaboración interna para la consecución de los objetivos. Esto supone la existencia de una personalidad jurídica o formal para el colectivo, unos modos de gestión específica y con soberanía vecinal en la toma de decisiones” (Página 21 del Estudio).
Este tipo de espacios son los que favorecen un verdadero cuidado entre las personas.
Puedes leer el Estudio Completo en el siguiente link