Entrevista a Yesenia Escobar

La escritora y activista Yesenia Escobar Espitia

La belleza narrativa de la cultura Afro

Yesenia Escobar es poeta, docente, investigadora, directora de la Fundación Carlos Arturo Truque y gestora de las letras afrocolombianas en el país y en el exterior. Pero sobre todo es una mujer afro, orgullosa de su cultura, que alza la voz en nombre de las mujeres afro que día a día luchan dentro y fuera de Colombia. Nos adentramos en la cultura Afro de la mano de la escritora de Mamá Avó.

¿Qué temas recorre el cuento “Mamá Avó”? ¿De dónde surge la necesidad de acercar este cuento a los niños?

Una historia siempre esconde otra historia. Eso es lo bonito de la literatura. En Mamá Avó no hay una sino cientos de historias. En primer lugar, es un canto a las madres y las abuelas que por generaciones han mantenido vivo el legado de la tradición oral, narrando y contando a hijos y nietos todo el trasegar de su cultura para que siga vivo, latente en las nuevas generaciones.

En segundo lugar es una historia de reivindicaciones. Se reivindica el papel de la mujer como cimarrona, en los procesos de liberación de la esclavitud. Se reivindica el papel de Benkos Biohó,  como un gran líder que guió a su pueblo y que lamentablemente ha sido invisibilizado por los libros de historia de Colombia. Se reivindica el papel de las lavanderas, desterrando el estereotipo servil que se ha construido sobre la mujer negra y se reivindica el concepto de la belleza negra, destacando el rol que jugaron las trenzas en los procesos libertarios de los esclavizados.

Extracto de la portada de Mamá Avó (Yesenia Escobar. Ilustraciones de Alexis Barroso Londoño)
Extracto de la portada de Mamá Avó (Yesenia Escobar. Ilustraciones de Alexis Barroso Londoño)

También Mamá Avó es una historia que rompe con muchos mitos impuestos culturalmente. Uno de ellos, tiene que ver con la presencia de afrocolombianos en los cuentos infantiles. De niña siempre quise encontrar cuentos en los que me viera representada. Pero ninguno de los personajes se parecía a mí, ni a quienes me rodeaban. Otro tiene que ver con la ruptura de roles masculino-femenino. La niña sueña con ser una guerrera, en lugar de una princesa y se ve representada en Orika, la hija del gran cimarrón, lo que invita a los lectores y lectoras a asumirse como héroes y heroínas de su historia y de su comunidad.

Personalmente, amo a Mamá Avó porque me lleva a mi infancia y a lo que esos años de niña me evocan, sentada en las piernas de mi abuela, mientras ella me trenzaba el cabello y me cantaba. Pero, también, porque cuando lo escribí lo hice pensando en mis sobrinas. En regalarles un libro que les llegara al corazón, a su esencia, a su identidad. Me siento afortunada de haber podido darles ese regalo y quiero poder compartirlo con otros niños de mi país y del mundo.

La idea es que niños, niñas, padres, madres, maestras y maestros encuentren en Mamá Avó una oportunidad para conocer un pedacito de la cultura afrocolombiana y lo vean, además como una invitación para reencontrarse con la narración oral. Pero también, con los abuelos y abuelas, quienes tienen un tesoro en su experiencia de vida que todos y todas deberíamos valorar.

¿Qué valores consideras propios de la cultura e identidad afrocolombiana?

Nuestra cultura e identidad tiene muchos valores propios. Entre ellos se encuentra la resiliencia, ya que a pesar de todos los vejámenes del pasado e incluso del presente. Nos levantamos cada día como pueblo, con alegría, fuerza y convicción, tratando de salir adelante.

Somos un grupo humano muy creativo, con grandes habilidades para las artes: la música, el deporte, las letras, la culinaria. Habilidades que se acompañan de una gran espiritualidad, que se vive en la medida en que hay una comunión con el entorno. Somos parte de un muntú. Es decir, del conjunto de seres vivos y muertos que transitan por los diversos universos y que confluyen como un solo ente entre nosotros.

¿Cuál es la realidad del pueblo afrocolombiano en la actualidad?

Lamentablemente en nuestro país la mayor parte de la población afrocolombiana está asentada en territorios donde el Estado hace poca presencia, ejerciendo una fuerte violencia estructural contra esta población. A esto se le suma, que son tierras ricas en minerales, biodiversidad o puertas de salida para el narcotráfico, lo que las hace apetecibles para las multinacionales, terratenientes, narcotraficantes o bandas delincuenciales, quienes con tal de obtener la tierra, atacan a la población, para despojarlos y dominar el territorio.

En ese sentido, nuestra población sigue siendo una de las más azotadas por el conflicto armado, en donde hay más víctimas de desplazamiento forzado y de la violencia. También donde hay los más altos índices de pobreza, de analfabetismo y falta de oportunidades.

Si bien es cierto que se han desarrollado programas de política pública y acciones afirmativas, estos no sólo son apenas paliativos, sino que son minados por la corrupción, por lo que los recursos no llegan a quienes más lo necesitan.

Por otro lado, seguimos viviendo la violencia simbólica en los medios de comunicación, la discriminación y el racismo en los diferentes escenarios del país, lo que hace que nuestra lucha no sólo sea vigente, sino más que pertinente en pleno siglo XXI.

La escritora nigeriana Chimamanda Adichie
La escritora nigeriana Chimamanda Adichie

¿Y de la mujer afro en Colombia? ¿Y en el resto del mundo?

Bueno, hablar de la situación de la mujer negra en el resto del mundo es bastante ambicioso. No tengo el suficiente conocimiento para atreverme a hablar de un tema con tanta amplitud. Podría dar algunas apreciaciones desde lo que conozco, pero será algo muy parco en realidad.  Me atrevo a decir que en algunos países, como Estados Unidos, la lucha por los derechos civiles de las mujeres negras se transformó en una lucha por los derechos de las humanas negras y más que nunca sigue vigente.

A pesar de que en la actualidad vemos actrices y cantantes destacadas como Beyoncé o Lupita Nyong’o, que en la política, una figura como Michelle Obama ha dejado ver internacionalmente la integridad, el liderazgo,  intelectualidad y calidades humanas de las mujeres negras, que en literatura Chimamanda Adichie, se destaca no sólo por su creatividad sino por su poderoso discurso afrofeminista, entre otras representantes que llevan a cabo una importante labor de empoderamiento femenino, todavía hay mucho camino por recorrer.

La realidad de la mayoría de las mujeres negras no es la de estas sobresalientes representantes. Son pocas las que pueden ir a la universidad y terminan una carrera profesional, seguimos siendo uno de los grupos con menores ingresos per cápita, la mayor fuente de mano de obra barata, especialmente para el trabajo doméstico, encabezando la lista de víctimas de violencia sexual, doméstica y feminicidios.

En Colombia no se ha podido romper con los estereotipos creados en torno a la figura de la mujer negra, no hay espacios suficientes para las mujeres negras en cargos públicos, directivos ni políticos, los espacios académicos son mínimos, en la cultura sólo hay lugar para la folclorización. Por otro lado, la televisión se encarga de reforzar cada vez más la discriminación hacia la mujer negra, caracterizándola como una mujer lejos de los cánones de estética establecidos, ubicándola en la escala social más baja, mostrándola como un personaje con poca capacidad intelectual y  otorgándole roles domésticos o festivos. Todo ello cala en la sociedad e incentiva el racismo.

Así las cosas, el trabajo de quienes alzamos la voz en nombre de las mujeres es bastante significativo, porque pone siempre sobre la mesa la problemática racial que se ha tratado de invisibilizar en Colombia y en muchos países del mundo, para que los organismos defensores de derechos humanos incluyan en sus agendas a las mujeres negras, raizales, palenqueras y afrodescendientes, con propuestas claras, suficientes y contundentes en aras de mejorar su calidad de vida y posibilidades de desarrollo.

¿Qué movimientos, asociaciones, figuras públicas o proyectos en Colombia destacarías en el trabajo por y para la comunidad afro y la mujer afro?

En Colombia existen decenas de organizaciones afrodescendientes que trabajan por la promoción y defensa de los derechos de las comunidades afrocolombianas. Aunque no todas son visibles, no significa que su labor no sea importante, por ello más que resaltar algunas por su labor, las destacaría por su antigüedad o por la forma como han ido ganando espacios para incidir, sobre todo, en las políticas públicas en favor de las comunidades afrocolombianas. Es el caso de organizaciones como la Fundación Cultural Colombia Negra, la Mesa Nacional de Organizaciones Afrocolombianas,  la Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas, la Fundación Chao Racismo, el Movimiento Nacional Cimarrón, entre otras.

En cuanto a personajes destacados hay muchos. Los afrocolombianos le hemos aportado y le seguimos aportando muchísimo al país. En el deporte se encuentran Catherine Ibargüen, Yury Alvear, Ingrit Valencia, Óscar Figueroa, Juan Guillermo Cuadrado, Jackson Rentería, entre muchos, muchos otros que no alcanzo a mencionar.

Pero no sólo resaltamos en el deporte. En la ciencia contamos con el Doctor Raúl Cuero. En la música están Chocquibtown, Totó la Momposina, Herencia de Timbiquí, Joe Arroyo (QEPD) entre muchos más. En el ámbito político están Paula Moreno, Luis Gilberto Murillo, entre otros. En literatura: Mary Grueso, Manuel Zapata Olivella (QEPD), Sonia Truque, Alfredo Vanin, Arnoldo Palacios (QEPD), Amalia Lu Posso Figueroa. En fin, la lista es larga y no sólo en estos sino en otros campos. El asunto es que, a pesar de la importancia de estos personajes y de sus contribuciones al país, el reconocimiento sigue siendo poco significativo y lo poco que se reconoce no se traduce en gestiones por parte del Estado para estimular el desarrollo de las comunidades afrocolombianas.

 

De izquierda a derecha, de arriba abajo: La atleta Catherine Ibargüen, el Doctor Raúl Cuero, la cantante Totó la Momposina, la agrupación Herencia de Timbiquí, el atleta Oscar Figueroa y el escritor Arnoldo Palacios
De izquierda a derecha, de arriba abajo: La atleta Catherine Ibargüen, el Doctor Raúl Cuero, la cantante Totó la Momposina, la agrupación Herencia de Timbiquí, el atleta Oscar Figueroa y el escritor Arnoldo Palacios

En lo que concierne a las mujeres afrocolombianas hay un grupo importante de lideresas conformando la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, con un trabajo muy activo en pro de las mujeres negras. También en el espacio local se encuentra la RED NACIONAL DE MUJERES AFROCOLOMBIANAS «KAMBIRÍ» y la  Asociación de Mujeres Afrocolombianas AMUAFROC. Bueno y, por supuesto está la organización que yo lidero, la Fundación Carlos Arturo Truque, que hasta ahora lleva un año de constituida, Pero ya está haciendo pinitos en pro de la promoción y defensa de la cultura y de las mujeres afrocolombianas. Cada una de estas semillas suma en la construcción de un panorama diferente para nuestra población.

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La escritora y activista Yesenia Escobar
La escritora y activista Yesenia Escobar

Información de Yesenia Escobar Espitia

Poeta, docente e investigadora. Magister en Estudios Literarios de la Universidad Nacional de Colombia. Su vida transcurre entre la literatura y la academia, siendo además de poeta, una gestora de las letras afrocolombianas en el país y en el exterior.

Sus trabajos sobre literatura afrocolombiana, especialmente sobre identidad y poesía afro-femenina, han sido presentados como ponencias en congresos nacionales e internacionales, en países como Perú, Puerto Rico y Estados Unidos.

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