Entrevista a Rafael Calonge Campos

Rafael Calonge Campos (2016)

La aventura de fundar un conservatorio de música.

Rafael Calonge Campos (Campo de Criptana, 1930) ha sido el responsable de que la Mancha sea una fábrica de músicos profesionales. Trompetista y director de la Filarmónica Beethoven de Campo de Criptana durante 20 años, es responsable de la fundación del Conservatorio Municipal de Grado Medio de Campo de Criptana en 1982, gracias al cual la música de primer nivel inunda las calles de este pueblo de 14.000 habitantes en el corazón de La Mancha (España).

¿Cuándo comenzó su vida musical?

Yo te puedo hablar de esto desde 1940: Con 10 años ingresé en la escuela de educandos de la banda de música para aprender solfeo. A los 13 años, en 1943, ingresé oficialmente como músico, aunque ya estaba en la banda y cantaba en las misas de Santa Cecilia. Desde ese año no me he despegado de la banda. Pertenezco a la primera generación de los educandos de la banda, compuesta por cuatro personas. Yo en la banda caí muy bien, hice muchos amigos. Mi padre era amigo del maestro y eran de la misma peña. Poco a poco, con la confianza que íbamos adquiriendo, después de 15 años de estar ahí, comenzamos a organizar obras de teatro y zarzuelas por la festividad de Santa Cecilia. Empezamos con “La Plasmatoria” de Pedro Muñoz Seca, una obra deliciosa, donde se narra la aparición de Don Juan Tenorio al tiempo en que se escribe esto.

“Limiñana”, de Bernardo Gómez, interpretado por la Banda de Música Filarmónica Beethoven (2010).

Después de varias obras de teatro, la primera zarzuela que se hizo fue “La alegría de la huerta”, con música de Federico Chueca, “La Marcha de Cádiz” (de Chueca y Valverde), “Un manojo de Rosas” y “La fuerza del amor”, otra compuesta para nosotros por el padre general de la orden de los Teatinos, Valentín Ortega, que firmó como Don Gil por ser seminarista y tratarse de una obra de amor. Esa fue la última obra en la que participamos mi mujer y yo. Más adelante se representarían “La Dolorosa” y otras muchas.

La Filarmónica Beethoven dirigida por D. Rafael Calonge (Foto de archivo).
La Filarmónica Beethoven dirigida por D. Rafael Calonge (Foto de archivo).

¿Qué es la Filarmónica Beethoven para usted?

Me he preocupado mucho de la banda. Nunca he falta a ningún ensayo, procesión, concierto, ni nada. Al final, cuando se jubiló el director Manuel Angulo, nos reunimos 33 personas de la banda en una Asamblea, en la cual fui elegido y he sido director de la Filarmónica Beethoven durante 20 años hasta hace muy poco.

(Cabe destacar que el trabajo de D. Rafael Calonge en la Filarmónica Beethoven ha sido premiado con los siguientes galardones: 1er y 3er Premio en el Certamen de Bandas de Leganés en su Sección Especial (años 1991 y 1996), 2º Premio en el Certamen Internacional de Bandas de Música celebrado en Requena, Valencia (1993), 2º Premio en el Certamen Internacional de Bandas de Música “Villa de Altea” Alicante (1998) y 1er Premio en el Certamen de Zarzuela para Bandas de Música celebrado en Madrid (2001).

D. Bernardo Gómez (sentado en el centro) (1880-1924). Primer director de la Filarmónica Beethoven y farmacéutico de profesión (1850) (Fuente: Fototeca Municipal Campo de Criptana).
D. Bernardo Gómez (sentado en el centro) (1880-1924). Primer director de la Filarmónica Beethoven y farmacéutico de profesión (1850) (Fuente: Fototeca Municipal Campo de Criptana).

¿Dónde se aprendía música en los años 40 en Campo de Criptana?

Se aprendía en la propia banda, dando solfeo. Yo he tocado la trompeta durante 30 años y el fliscorno después. Pero siempre autodidacta. Con el tiempo, mis hijos comenzaban a interesarse por la música, y quise que estudiaran en serio, pero aquí no había dónde. Había que ir a Madrid. Animado por el Catedrático de Trompa y director de la banda, Miguel Ángel Colmenero me matriculé en el Conservatorio de Madrid en la Plaza de Isabel II, para estudiar la carrera de trompeta, a mis 55 años. Durante siete años, dos coches de “mancheguitos” fuimos todos los jueves a estudiar al conservatorio.

Desde finales del S. XIX hasta 1930, hubo dos orquestas en Campo de Criptana: La filarmónica Santa Cecilia y la Filarmónica Beethoven. La primera despareció después de la Guerra Civil, entre otras cosas por razones políticas. Algunos de los músicos de la Filarmónica Santa Cecilia se incorporaron a la Filarmónica Beethoven.

Toqué en la Orquesta Ritmo, famosa en los alrededores, y nos contrataron durante muchos años seguidos para amenizar las fiestas de los pueblos de la zona. Tocábamos a Glenn Miller o los boleros de Machín.

Fui director durante 33 años de la Banda de Música de Ciudad Real, anteriormente municipal pero disuelta. La situación que encontré al llegar era una plantilla de 13 músicos cuando que llevaban 11 años sin dar un concierto en serio. En su historia solo hubo 8 años buenos. Conmigo al frente, la banda pudo ofrecer conciertos todos los meses y la plantilla aumentó hasta 60 músicos, con un sueldo al mes.

He dirigido la Filarmónica Beethoven durante 20 años, en los cuales ofrecíamos entre 18 y 20 conciertos al año. Ahora la banda ofrece muchos menos conciertos, pero musicalmente está magnífica, porque cuenta con 40 músicos profesionales en sus filas, por lo que el nivel ha aumentado mucho. Cuando yo cogí la banda, los músicos tenían muchos vicios…por ejemplo ¡no sabían marcar un 6 por 8!

La Orquesta Ritmo (1963). D. Rafael Calonge en el centro (Fuente: Fototeca Municipal Campo de Criptana).
La Orquesta Ritmo (1963). D. Rafael Calonge en el centro (Fuente: Fototeca Municipal Campo de Criptana).

 

¿De dónde surge la idea de fundar un Conservatorio Municipal en Campo de Criptana?

Soy el causante de que exista un Conservatorio de Grado Elemental en Campo de Criptana. Desde que entré a estudiar en el Conservatorio de Madrid, decidimos reunirnos varias personas con el alcalde municipal de entonces (Antonio González Manzaneque) y empezamos a hacer las gestiones en 1982, de modo que el director del Conservatorio de Madrid (Miguel del Barco) nos apoyó en un momento crucial: el curso empezaba y la autorización del Consejo Nacional de Educación no llegaba, pero nosotros igualmente comenzamos con su apoyo. Las clases comenzaron en el colegio Domingo Miras (Campo de Criptana) por las tardes. Empezamos a impartir solfeo, clarinete, trompeta, saxofón, flauta, violín y piano. Contábamos con seis profesores con título de estudios superiores de música, el mínimo para poder crear el centro. El 23 de mayo de 1982 se aprobó el Conservatorio Municipal de Música de Campo de Criptana.

¿Cómo se subvencionaba el Conservatorio?

La tercera parte estaba calculada para que la pagara el Ayuntamiento de Campo de Criptana (que eran aportadas por los alumnos, a través de sus cuotas), otro tercio el Ministerio de Educación y la otra tercera parte la Diputación de Castilla La Mancha. Así estuvimos 8 años, en los que el conservatorio fue Municipal, en los que al Ayuntamiento de Campo de Criptana no le costó un real. Como director del Conservatorio, las reuniones con la junta del Patronato para luchar con los concejales del ayuntamiento de todos los colores eran duras, porque no comprendían cómo funcionaba: querían eliminar instrumentos cuando había pocos alumnos. Aún tengo algún acta de esas reuniones…No sabe nadie la cantidad de disgustos que me costó a mí el Conservatorio.

La Filarmónica Beethoven bajo la dirección de Rafael Calonge (Campo de Criptana, 1930)
La Filarmónica Beethoven bajo la dirección de Rafael Calonge (Campo de Criptana, 1930)

 

¿Qué ocurrió después de fundar el Conservatorio de Grado Elemental?

En los años 90, con el cambio de gobierno (se pasó de una alcaldía de Alianza Popular al PSOE), de pronto conocimos por la radio que vendría a Alcázar de San Juan, un alto cargo para informar de la apertura de un Conservatorio de Grado Medio Estatal de música. Nosotros pensamos “Si se abre un conservatorio estatal en Alcázar, ya podemos ir cerrando el nuestro municipal”. Si entonces nos tuvimos que mover, ahora tuvimos que danzar de puntillas: buscar recomendaciones, expedientes y documentos que justificaran la necesidad y tradición musical de Campo de Criptana. El conservatorio estatal se concedió finalmente aquí, porque previamente había habido un Conservatorio Municipal. Menos mal que lo conseguimos, y el Ministerio accedió y se creó el Conservatorio Oficial Alcázar de San Juan-Campo de Criptana.

Alumnos del Conservatorio de Música de Alcázar de San Juan Campo de Criptana (2016).
Alumnos del Conservatorio de Música de Alcázar de San Juan Campo de Criptana (2016).

 

¿Qué ha supuesto para Campo de Criptana que haya una formación musical de calidad?

Si no hubiera habido un conservatorio municipal, tampoco lo habría estatal. Habría ido alguno a estudiar a Madrid como quien va a estudiar ciencias. Así, mucha más gente se puede permitir estudiar música de calidad. Los 50 ó 60 músicos profesionales que han salido de ahí, no existirían: profesores de conservatorios, músicos de las mejores orquestas actuales… Tampoco muchas personas que han aprendido música, hubieran podido hacerlo: carpinteros, artesanos y algunos labradores (aunque menos). Hay muchas sagas familiares: Calonges y Lucas-Torres, entre otros. Los padres, aunque no fueran músicos, introducían a los niños en la música gracias a la banda. Ahora también hay nietos ¡tres generaciones!

 

¿Qué le gustaría que pasara ahora?

Me gustaría ser más joven para poder disfrutar de estas ventajas. Es difícil que desapareciera nuestro conservatorio, pero con la crisis, temo que disminuya el número de alumnos y que el Ministerio de Educación deje en algún momento, de encontrar una demanda real y reduzca el centro de Campo de Criptana, dado que es una población menor, comparado con Alcázar de San Juan.

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