foto Alex Sáenz Secades
Teresa Silva es fundadora y directora de la Fundación También. Su fuerza interior y su espíritu deportivo le animaron a inventar otras formas de hacer deporte; primero fue el esquí adaptado, le siguieron: ciclismo, piragüismo, vela, pádel, buceo, senderismo…
Nos recibe en su casa, sale al encuentro sonriendo. Es una mujer en la plenitud de la vida. Satisfecha y feliz (más que antes del accidente) nos dirá a lo largo de esta conversación que trascribimos para los lectores de “La Terapia del Arte”. Porque es todo un arte de vivir lo que la Fundación También pone al alcance de niños y mayores a través del deporte adaptado. Le preguntamos:
¿Cuándo y cómo surge la fundación?
Yo era la única mujer que componía el equipo de España de parapente, estábamos entrenando en Austria para el campeonato del mundo 1989. Tenía 30 años. Ese día, no estaba convencida de salir, pero me presionaron y tras una maniobra arriesgada, se plegó el parapente y al suelo. Cuando en el hospital comprobé que no sentía las piernas, supe mi lesión y la gravedad. Pero ahí estaban mi chico y mi familia y mis amigos, que casi sufrían más que yo, y yo bromeaba. Después cuando se iban, me quedaba llorando.
Pero una fuerza interior, que yo no pensaba que tenía me empujaba, me empujaba desde dentro. La fundación surgió como respuesta al comprobar que en mi tiempo de ocio no podía hacer nada. Yo he hecho deporte toda mi vida, he sido muy competitiva. Así que un día cuando en Sierra Nevada vi a unos americanos esquiando sentados, pedí a un instructor me enseñara y esa misma mañana estaba esquiando. Me volví del revés. Tuve una sensación de libertad tremenda. Y pensé, esto no puede ser sólo para mí.
¿Cuantos benefiarios tenéis después de 15 años de funcionamiento?
Más de 6.000. Muchos más, porque tenemos convenios con colegios y asociaciones de discapacitados y ya no podemos llevar la cuenta. Empecé yo solita y ahora en el equipo somos 9 personas más un montón de voluntarios. Y los fines de semana se contrata a los instructores.
Hemos formado a un montón de instructores y de voluntarios, pero yo he aprendido muchísimo de mis benefiarios, la satisfacción de una persona al volver a experimentar la libertad de ir sólo en bicicleta, o de navegar o de esquiar es impagable. Pero sobre todo la sonrisa de los niños.
¿Qué buscáis a través del deporte?
Normalizar al máximo. Buscamos compartir el deporte y hacerlo inclusivo. Educar. Fortalecer el desarrollo personal y la autoestima; el espíritu de lucha y el trabajo en equipo; la autodisciplina. Yo creo que el espíritu deportivo forma la mente y aporta beneficios físicos y psíquicos. Buscamos que la inclusión no sea un tópico sino una realidad. Yo creo que el deporte ayuda a ser persona valiosa a través de la preparación y la formación y el esfuerzo.
¿Cómo lográis convencer a tanta gente?
Vamos a los colegios y vamos a las empresas. Queremos que nos conozcan. Que no pasa nada por ir en silla de ruedas. Tenemos que aportar un granito de arena aportando educación para cambiar la mentalidad, que está en marcha. Yo he notado un cambio de mentalidad en estos quince años de vida.
¿Qué queréis mirando el futuro?
Seguir, seguir y seguir. Involucrar más al voluntariado hasta crear una gran familia y abrirnos al extranjero, a todo el mundo. España es un país magnífico para el ocio. Tenemos unos parajes, unos paisajes, unas ciudades, una cultura fantásticos. No podemos ser egoístas, hay que abrirse a todos los discapacitados que quieran hacer deporte.
¿Cómo te encuentras hoy en día?
Más feliz que antes del accidente. Entonces iba a mil por hora. No tenía tiempo de pensar en los demás. Sentía en el fondo de mi corazón algo, una inquietud, que ahora si sé lo que era. Es lo que hoy es mi proyecto de vida y la de mi marido. Cuando el accidente estábamos saliendo. Vimos que tal nos iba y nos casamos. Siempre me ayudó él, es un pilar importante en mi vida.
¿Te consideras un modelo?
No. Yo me considero una persona con muchísima fuerza interior moldeada por el deporte. El deporte me ha ofrecido entrenamiento mental y físico. Sacrificio y capacidad de lucha contra ti mismo. Soy emprendedora y tenía este proyecto en la cabeza y en el corazón. Descubrí el tesoro que es ayudar a los demás, trabajar para hacerles más feliz, sin pensar en cosas materiales. Yo me considero muy afortunada por poder trabajar en lo que me gusta: el deporte y la organización de cosas.
¿De dónde sacas esa fuerza interior?
Siempre digo una frase: “no sabes lo fuerte que puedes ser hasta que ser fuerte es tu única opción”. Creo en Dios sí, yo solita no podría sacar tanta fuerza. Creo en el Ser Supremo y en hacer el bien.
Pide un deseo
Un mundo igual para todos, derribar todas las barreras que las hay en todos los aspectos. Y que siga adelante el proyecto “Ponte en mi piel” para empresas, una hora de experiencia con un presentador y tres deportistas que es pura superación personal.
¡Gracias, Teresa, gracias y gracias!