Canalizando la energía en el aula: La pelota de equilibrio

Alumnos de cuarto curso en la Escuela Elemental Bauder (Colorado, Estados Unidos) en una clase.

Canalizar de un modo provechoso la energía de los niños (o la excesiva energía en algunos casos) puede ayudarles a mantener mejor la atención. Estudios revelan que las pelotas de equilibrio utilizadas en el aula permiten una mayor concentración y capacidad de aprendizaje en los niños.

Porque toda innovación es poca para que los niños puedan salir cada día del colegio habiendo aprendido algo nuevo. La Creatividad al servicio de las personas. Las grandes pelotas creadas en los años 60 para ejercicios de Yoga y Pilates, pueden utilizarse también en el aula, sustituyendo a las sillas ¿Para qué? Para ayudar a los alumnos a sentarse rectos y activar los músculos y las zonas del cerebro encargadas del mantenimiento del equilibrio. Algunos estudios apuntan que este tipo de pelotas promueven un aula más silenciosa y atenta.

Cuando los niños se sientan sobre estas grandes pelotas, ambos lados de su cerebro están activadas para mantener su cuerpo en equilibrio sobre la pelota. Y cuando el cerebro es estimulado, está más centrado en el aprendizaje, en el procesamiento de nueva información, en la concentración y atención sostenida y en la toma de apuntes.

Ya en los años 80, algunos terapeutas ocupacionales comenzaron a recomendar estos soportes para que los educadores lo introdujeran en el aula. Pero no fue hasta el 2003, que el «American Journal of Occupational Therapy» resultados sistematizados: los niños con dificultades de atención y/o TDAH tienden a mejorar su atención cuando se sientan en este tipo de soporte. Además, este estudio mostro una mejora del comportamiento y de las capacidades lingüísticas. Además, para los niños con exceso de energía, cualquier mínimo movimiento sobre estas pelotas le permiten desfogar su exceso de energía.

La Clínica Mayo de Rochester (Minnesota, Estados Unidos) replicó estos hallazgos en 2007, con un estudio sobre los beneficios de un aula sin sillas. En este caso, los investigadores también vieron beneficios claros a este tipo de soporte: mayor atención y reducción de obesidad.

El caso de los niños con mucha actividad: Estos niños suelen tener un camino muy activo que va desde el sistema de movimiento y equilibrio al sistema de alerta del cerebro. El movimiento, requerido para mantener el equilibrio, permite aumentar la alerta y la atención.

Otra buena idea para fomentar la atención en el aula:

La Bici-pupitre de Mario Leroux
La Bici-pupitre de Mario Leroux

 

Porque lo tradicional no siempre es lo que mejor funciona, y lejos de la medicación como única intervención posible para conseguir centrar la atención de los niños diagnosticados con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), un pequeño colegio de Canadá (Escuela Des Cèdres en Laval, Canadá) propone una idea alternativa: hacerles moverse hasta el cansancio y así reducir una hiperactividad que les distrae a ellos y a los compañeros. Un pupitre diferente, en el que los niños más activos puedan pedalear durante las clases y ejercicios.

Se trata de una mesa diseñada por Mario Leroux, maestro de primaria del colegio Des Cèdres, que encontró la manera de que los niños más activos de su clase pudieran atender y no molestar al resto de la clase.

Tal y como publica Le Journal de Montréal, “Leroux diseñó tan peculiar mesa y realizó un dibujo que envió a una empresa de Estados Unidos que ha hecho realidad su sueño. Gracias a una donación, la escuela ha podido comprar cuatro pupitres por 1.000 dólares cada uno (890 euros) que han repartido por diversas aulas a las que asisten niños de entre 5 y 8 años de edad”.

“Stability balls impact students’ health, performance in classroom” (Nicole Garza)

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