Editorial

El tiempo que ni vuelve ni tropieza

Este verso de Quevedo “El tiempo que ni vuelve ni tropieza”, que tanto le gustaba para filosofar a Julián Marías, abre nuestro número de octubre al cumplirse el primer año de esta revista “La Terapia del Arte”.

Les hemos invitado queridos lectores, a lo largo de este primer año de comunicación, a ser fieles a sus sueños; a practicar el arte de vivir a diario; a saltar las barreras del miedo; a tender puentes para relacionarnos; a practicar el hacer- verbo fundamental en toda educación-como fórmula de aprendizaje. Les hemos invitado a no abusar de las pantallas digitales; a ser referencia direccional para los más jóvenes; a sentarse a escuchar la canción de los pinos y a volver a empezar.

En estos 12 meses hemos buscado, gracias al buen hacer de Marga Gutierrez del Arroyo, a escondidos maestros-artistas-terapeutas para reflejar sus conocimientos y obras en entrevistas y reportajes. Merecen releerse. Pero, claro, toda lectura lleva tiempo, y toda reflexión también. Y el tiempo… ni vuelve ni tropieza, es un bien escaso que nos aprisiona y condiciona más aún que el espacio al que hemos podido dar esquinazo con este medio, por ejemplo. Pero como dice el refrán, al poco tiempo…selección y acción. Esto es lo que nos proponemos ofrecerles en este segundo año que comienza ahora.