Editorial Diciembre 2022
Comenzamos un año para celebrar la Declaración de los Derechos Humanos que cumplirá 75 el próximo 10 de diciembre 2023. Artículo primero: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Artículo segundo: “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”. Artículo tercero: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. Así hasta 30. Todos son derechos humanos, aunque no todos se respetan ni por igual ni en todas partes del ancho mundo.
Aunque la Carta fundacional de la Organización de Naciones Unidas (ONU) se firmó el 26 de junio de 1945 en San Francisco, la Declaración Universal de Derechos Humanos fue adoptada tres años después, en 1948.
Y es un honor y también un deber sentirse humano en este sentido. La ONU nos propone un compromiso personal, al que desde nuestra Fundación Belén nos adherimos:
Respetaré tus derechos, quienquiera que seas. Defenderé tus derechos, incluso si no estoy de acuerdo contigo.
Cuando a cualquier persona se le negasen sus derechos humanos, socavando los derechos de todos, yo los defenderé.
Alzaré la voz. Actuaré. Usaré mis derechos para defender los tuyos.
¿Lo promete? ¿Se compromete?… pues firme. Van noventa y dos mil personas…pero somos ocho mil millones, faltan muchos por firmar.
Sabemos que lo importante en la vida, no es simplemente vivirla, es preguntarnos cual es el beneficio que nuestra vida puede conseguir para la vida de todos. Tenemos unos derechos reconocidos y unos deberes por reconocer. Deber de tratar con igualdad a todos. Deber de ejemplificar a diario nuestra educación. Deber de defender los derechos de todos. Deber de mejorar la calidad del aire, la limpieza del planeta, el uso del agua, la defensa de la cultura y el cuidado del espíritu.
Por eso en el preámbulo de la Constitución de la UNESCO, aprobada en Londres el día 16 de noviembre de 1945, se proclama: “puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”.
Con deseos de paz, concordia y derechos humanos deseamos a nuestros lectores una muy feliz Navidad 2022.