Medico, sacerdote y fundador

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Entrevista con José Luis Orpella

Misionero desde hace más de treinta años en Kenia. Respira paz, habla pausado, pensando bien las palabras, ya sea en español, inglés, suajili o catalán. Tiene una sonrisa amplia. Afirma que en África la gente está deseando escuchar la palabra de Dios. Le dejamos hablar, porque tiene mucha historia que contar.

 

– Sí, me plantee a los catorce años: ¿yo porque estoy aquí y mi hermano no? Habíamos ido de excursión juntos, dos clases, mi hermano era un año mayor. Íbamos en tren y hubo un choque frontal. Mi hermano murió y yo estuve dos meses en el hospital. Se me daba bien pintar, pero decidí hacerme médico. A poco de terminar la carrera me ofrecieron ir a Kenia con una asociación laica de salud y nutrición y me gustó la idea. Empecé en un dispensario muy pobre, sin techo. Era para unas monjas norteamericanas que sufrieron un robo y una monja murió. Se fueron. Cuando llegué aún se notaba los disparos de las balas en la puerta. Estuve diez años. Organizamos cuatro dispensarios más y una clínica móvil. Fue una época bonita, pero difícil. El Obispo me hizo coordinador sanitario de la zona.

Mi diocesis es Garissa, es como un cuarto de España, muy pobre, muy seca, donde el 98% de la población son musulmanes y tiene siete iglesias. Construimos una iglesia en Emaus, la más cercana está a 200 kilómetros, en un pueblo de nueva planta que surgió tras la inundación de otro que estaba algo más cerca del rio.

Ya no volví, llevo 35 años viviendo en Kenia. Empecé como médico, y bueno sigo ejerciendo, pero a los pocos años de empezar necesité más, necesité estudiar filosofía y teología. Me apunté a clases, y me hice sacerdote allí. Soy sacerdote keniano. Con tres jóvenes más empezamos una congregación en el día de san José del 2004, La Fraternidad de la Santa Cruz y Todos los Santos. Es una fraternidad de oración y servicio a los más jóvenes en el camino hacia la santidad. Es una congregación diocesana, aprobada por la Iglesia Católica por un decreto dado por el Obispo Joseph Alessandro, el día 1 de noviembre de 2019. Porque la santidad en la Iglesia Católica hay que reforzarla, enseñarla y vivirla. Discernimiento de la santidad a través de la Cruz. Llevar esa Cruz de santidad a todo el mundo. Ahora trabajamos en tres diocesis. Nuevos dispensarios y centro de salud. En el hospital san Rafael cuidamos a más de 20.000 personas al año. El año pasado vino un equipo de la Universidad Católica de Valencia, con cuatro profesores dos enfermeros y dos estudiantes, estuvieron con la clínica móvil, fue una gran ayuda.

Hemos construido tres escuelas y damos enseñanza en 16 más del gobierno. En las escuelas trabajamos la evangelización, la formación del carácter y la comida. Tenemos pocos profesores y demasiados niños por clase, en ocasiones cien niños.

¿Mi día a día? Me levanto sobre las cinco y media. Rezos, Misa y desayuno. Ahora divido mi tiempo entre la Misión de Emaús y el Seminario en Nairobi, que hace tres meses terminamos de construir la casa. Tenemos 20 estudiantes, dos diáconos que el próximo mes de junio, Dios mediante, serán sacerdotes. ¿Los problemas? Todos.  El principal la carencia educativa. Al principio no teníamos ningún estudiante, pero poco a poco en estos veinte años han ido llegando. Este verano esperamos tener 28 seminaristas, vienen también de Uganda. Como problemas también tenemos la falta de recursos económicos, tenemos que pagar la matrícula en la universidad de los estudiantes, y su manutención en la casa, otro problema es la cultura de la tribu que está muy enraizada y es preciso abrirse al mundo a través del concepto de fraternidad cristiana. Procuramos formarles en el carisma nuestro de la cruz como salvación, a tener más confianza, a ser fuertes, a tener carácter misionero…En vacaciones se van a la Misión de Emaús.

En Emaús el ritmo es diferente. Dividimos el tiempo y los programas. Tenemos que atender las escuelas, los dispensarios, los proyectos agrícolas, porque también tenemos programas de enseñanza para las mujeres para aprender a producir más y mejores alimentos.

¿Lo más creativo que he hecho? ha sido la Fraternidad. Está empezando, espero que se vaya extendiendo, no hemos querido subir ningún escalón, necesitamos oraciones y mucha perseverancia.

¿Volver a España? No encontraría el sentido de mi vida. Vengo una vez al año, pero hacía cuatro que no venía en Navidad.

¿Un deseo para el 2024? Que el Espíritu Santo nos siga iluminando la vida y seguir unido a la Cruz para entender los signos que nos envía Dios.

 

Fraternity of the Holy Cross and all Saints

P.O. Box 2898-00502 Nairobi

Email:  fhcvocations@gmail.com