Ganar al tiempo

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Esas cuatro horas diarias de uso medio de pantallas en España, es para los niños la distracción continua, y acarrea estrés. Para los niños esa lluvia de estímulos que les empapa desde todas las pantallas en casa, en la calle, en el colegio les pueden modificar su forma de comportarse.

Claro, la vida de los niños no debería estar completamente libre de estrés. Llegará.  No podemos evitar que lo experimenten, es más es necesario. Se caerán jugando, les sangrará la rodilla, se pelearán con amigos… pero estas experiencias pueden aumentar su resiliencia, mejoran su comprensión del mundo y también les enseñan a comportarse.

Si como adultos nos cuesta hacer frente a la distracción digital, en los niños la distracción continuada de las pantallas se transforma en comportamientos distantes, impersonales, distraídos, inhibidos, vulgares, impuestos.

Los niños desarrollan empatía y personalidad al interactuar con distintas personas. Así aprenden habilidades sociales y a entender las emociones de los demás, mientras hablan, ríen, juegan, y hacen amigos.

La interacción sensorial se basa en actos reflejos:  es el proceso por el que los padres miran a su bebé sonriendo, y el bebé aprende a sonreír.  «Cuando los padres dedican tiempo a sus hijos, les están estimulando las áreas del cerebro del niño asociadas con el lenguaje y el pensamiento abstracto»

Los padres pierden el tiempo mirando pantallas, o pueden ganar al tiempo interactuando, con el bebé desde que nace, sonriendo, hablando y sobre todo abrazando a largo del crecimiento de sus hijos. Tú eliges.