La triatleta madrileña Eva del Moral, conquistó el bronce en la categoría de triatlón para personas en silla de ruedas en los Juegos Paralímpicos de Tokio, ha dedicado su medalla a «todas esas personas que lo están pasando mal y que pensaban que la vida se acababa ayer» y ha dado las gracias a toda la gente del Hospital de Parapléjicos de Toledo, que “tanto me ayudó cuando tuve el accidente”.
Se ha referido concretamente a la “gente del hospital de Toledo que me ayudó tanto cuando tuve el accidente” y ha agregado “ahora verme aquí, es gracias a todos”.
El romance entre Eva y el deporte nació muy pronto. Comenzó a practicar ballet desde muy pequeña y lo hizo hasta que compaginarlo con sus estudios le resultó imposible. Probó el atletismo, el ciclismo y, finalmente, descubrió el triatlón: «yo no lo elegí, él me eligió a mí». Junto a su hermano, decidió unirse al Trival Triatlón Valdemoro y fue amor a primera vista. «Ocurrió por casualidad y me encantó desde el primer momento. Es un deporte que, al englobar tres disciplinas, es muy divertido. Y se convirtió en un hobby que me llenaba mucho», cuenta la deportista.
Para Eva Moral en el 29 de septiembre de 2013 todo se detuvo. Estaba disfrutando de una ruta cicloturista en la sierra de Madrid cuando comenzó a llover. Durante el descenso, toco el freno y perdió el control de la bici. Se precipitó por un barranco de siete metros y sintió un golpe seco en la espalda.
Se dio cuenta de que estaba rota. ¿El diagnóstico? Lesión medular.
Pero Eva entendió muy rápido que su vida no acababa: «Nadie sabe lo fuerte que es hasta que no tiene más remedio que ser fuerte. “En estos siete años he aprendido muchísimo, me he cruzado con personas que merecen mucho la pena y quiero pensar que he ayudado a otras tantas. También he aprendido a amar de forma diferente. Ahora paso mucho más tiempo con mi familia, con mis amigos… Hemos vivido todo esto juntos y nos ha unido todavía más. Estas cosas no se superan, pero una se adapta a las circunstancias e intenta sacar el lado positivo».
Las redes sociales ayudaron a Eva Moral a acercase a deportistas con discapacidad que le hablaron sobre el paratriatlón o triatlón adaptado. «Me explicaron que podría seguir montando en bici, que poda utilizar las handbikes, que son las que se usan en esta disciplina. También que utilizaban la silla de atletismo para correr, que iba a poder seguir nadando… Todo ello se convirtió en una motivación más para querer recuperarme cuanto antes y lanzarme a practicar». En ese momento no lo sabía, pero el deporte se iba a convertir en su profesión y en su forma de vida.
En 2014 ya era campeona de España y alcanzó el bronce en las series mundiales. Un año después escaló hasta la segunda posición e igualó este resultado de Europa. En duatlón, incluso, se convirtió en la reina del Viejo Continente. En 2017 se hizo con el oro en la copa del mundo de paratriatlón, un año después logró el título de campeona de Europa y en 2019 acabó primera en la serie mundial de Milán.
Eva Moral, es un ejemplo de superación, sacrificio y tesón
Una persona que conoce de sobra lo que implica sacrificarse y luchar por lo que uno quiere y, además, siempre lo hace con una sonrisa y, como ella misma nos ha contado, con muchísima ilusión. Ella es Eva Moral, triatleta paralímpica desde hace siete años.
La primera vez que Eva se subió a una ‘handbike’ fue en el Hospital Nacional de Nacional de Parapléjicos en Toledo, en el que tuvo que estar ingresada durante seis meses.
«La manera en la que se vive es con bastante miedo e incertidumbre. Los primeros días y meses son muy complicados, no sólo para una misma sino también para los que te rodean», detalla la triatleta.
Una experiencia que le acabó cambiando la vida y que todavía recuerda con cierto miedo, pero a la que Moral ha sabido sacar un valioso aprendizaje. «Cuando pasa eso, te lo planteas todo y no sabes cómo va a ser tu vida a partir de ese momento. Mi mayor logro ha sido luchar por mis sueños, no rendirme nunca y, sobre todo, no amedrentarme ante la situación y seguir adelante«.
Eva Moral, triatleta paralímpica en Tokio 2020: “Simplemente llevo unas ruedas como el que lleva gafas para ver”