Vivir es convivir
Empieza el mes de noviembre en Occidente festejando a los muertos, una vieja tradición reconvertida y pervertida por el consumismo. Porque es bueno acordarse de los que ya no nos acompañan en vida pero permanecen muy presentes en la nuestra.
Pero en este panorama mundial que se asoma a los telediarios, repasando país por país, pueblo a pueblo, es aún más importante repensar las condiciones del buen vivir. Porque la discordia, la violencia y la guerra están demasiado presentes a diario.
La primera condición del buen vivir es convivir, aceptar al próximo, al contrario, al de enfrente, al adversario. Convivir según el diccionario es «vivir o habitar con otro u otros en el mismo lugar», que tiene mucho que ver con compartir el espacio y el tiempo. Los bienes que nos condicionan. Por ser bienes, son difíciles de compartir, pero son indispensables para vivir. Pero, y además, si somos una civilización cristiana, no se trata tan sólo de aceptar al otro que transita por nuestro mismo lugar, sino de amar.
Leticia Escardó
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