Ya estamos en plenas vacaciones de verano y el calor aumenta. Se entiende, para los habitantes del hemisferio norte. Para el hemisferio sur el frio invierno avanza, se estrena, y este año ofrece imágenes tan poco frecuentes como la nieve en Sudafrica. Hasta en Johannesburgo, ciudad con más de seis millones de habitantes, se despertaron el pasado lunes con nieve y temperaturas bajo cero.
Tener presente estas diferencias en nuestro mundo intercomunicado es importante. Porque nos mensajeamos al instante y mandamos fotos, pero cada quien envuelto en muy distinto clima.
Y el clima nos cambia las horas de luz y las temperaturas, es mucho más que el horizonte, es el gran dictador. Nos impone el humor, el sueño, la vestimenta, los usos y costumbres, la acción o el descanso, la ingesta de calorías, o el paladear helado.
Por eso, al escribir en un medio abierto vía internet como este, tenemos que pensar en nuestros lectores que residen en ambos hemisferios. A ese lector lejano en estricta geografía, pero cercano al corazón, ¿ qué le interesa de lo que yo pueda contar hoy?
Pues todo lo que sea trascendente: el cómo superar una derrota; lo qué tiene de positivo la soledad impuesta; donde encontrar sosiego; cuando es obligado descansar; cómo soñar mejor; qué libro es insustituible; cómo hacer un nuevo amigo… o mantener el viejo. Todo lo que es trascendente, para entendernos. Todo de lo que se habla poco y es tan necesario.
Muy feliz mes de agosto.