Pablo D`Ors

“Es imposible ayudar a un joven a creer en sí mismo si tú no crees en él”

En la intensa agenda del escritor y sacerdote Pablo D’ors, que estos meses se está recorriendo España por la presentación de su novela Entusiasmo (Galaxia Gutenberg), logramos sacar un rato para conversar con él. La ayuda de Montse, Blanca, Ana y Olga ha sido clave. Allá donde va Pablo D’Ors, desde el éxito de Biografía del silencio, le esperan hombres y mujeres de varias generaciones para escucharle, conversar con su persona y encontrarse con el silencio tan necesario en la vida cotidiana.
A lo largo de esta entrevista abordaremos la necesidad de practicar una actitud entusiasmada en el día a día. Nos detendremos en Jesucristo, quien provoca entusiasmo en quien le admira y cree en él. Abordaremos las necesidades de una persona rica y otra pobre en nuestro tiempo. Nos detendremos a mirar a las circunstancias de nuestros jóvenes. Nos hablará sobre la escritura, las bellas artes y la espiritualidad como métodos de sanación. Y el amor como clave para la vida personal.

Es un sacerdote que, entre otras actividades, escribe y que ha logrado ser leído por mucho público por Biografía del silencio y ahora acaba de publicar Entusiasmo.
¿Hasta qué punto escribir es terapéutico?
Escribir es una necesidad del alma. Escribir es una forma de conocerse y de amarse. Escribir es hermanar experiencia y expresión. Todo eso nos sana.

Cómo fue aquella primera intuición sobre la importancia del silencio contemplando las montañas de Poughkeepsie.
Esa vivencia es del protagonista de mi novela Entusiasmo, no mía. Este libro es una auto-ficción, lo que significa que todo lo que se dice en estas páginas es verdad, pero no histórico. Aún a riesgo de decepcionar a algunos lectores, diré que no tuve ninguna experiencia espiritual de relieve en esas montañas norteamericanas.

¿Qué actividades artísticas y espirituales ayudan a la persona hipersensible a gestionar toda aquella circunstancia que le afecta demasiado?.
Tres son los ámbitos, más que las actividades, que nos ayudan a ser personas: el arte, la espiritualidad y el amor. En ellas, para que sean verdadero arte, verdadera espiritualidad y verdadero amor, prima la gratuidad. Por eso precisamente nos ayudan.

¿Qué educación sentimental y emocional es necesaria impartir para formar a los jóvenes, y para romper prejuicios atávicos de los adultos?.
Toda educación debe ser a la confianza y desde ella. Es imposible ayudar a un joven a creer en sí mismo si tú no crees en él. Respecto a los prejuicios de los adultos, sólo el silencio sana las enfermedades cuyo origen está en las palabras.

¿Qué aporta un buen amigo a alguien desorientado?.
Compañía.

Desde hace tres décadas en los medios de comunicación se opina en demasía y se levantan afirmaciones genéricas. ¿Qué terapia de sanación es necesario aplicarles a los gestores de los medios y a los opinadores?
La misma que a todo ser humano en general: el amor, es decir, la capacidad para recibir y para dar.

Portada del libro Entusiasmo (Galaxia Gutenberg)

Dos preguntas relacionadas, la primera, ¿qué necesita una persona rica hoy?
Algún pobre que entre realmente en su vida.

La segunda, ¿qué necesita una persona pobre?
Redención, es decir, aprender a cambiar de signo su oscuridad.

En nuestro tiempo, sigue habiendo un choque fuerte sobre qué tiene que estudiar un hijo, si éste tiene vocación. ¿Cómo se resuelve esta duda capital?
Vocación es voz interior, y todos la tenemos, aunque no la escuchemos mucho. Para saber cómo orientarse profesionalmente, basta responder a esta pregunta: ¿Dónde puedo yo servir más y mejor?

El joven no solo sufre la presión familiar también la del mercado laboral y la de unos medios de comunicación que con exceso plantean: o bien, las necesidades que tienen. O bien, las clasificaciones de profesiones con futuro. ¿Cómo se vencen ambas visiones miopes?.
Frecuentando lo luminoso y procurando evitar lo oscuro. Lo de fuera es un espejo de lo de dentro y al revés.

En Entusiasmo señala: “que hoy en día hay muchos creyentes que se escandalizan con el valor terapéutico de los sacramentos”. ¿Qué han de aprender esos creyentes para que reciban y compartan lo bueno de los sacramentos en su cotidianidad?
Los sacramentos de la Iglesia son signos sensibles de realidades invisibles. Así, por ejemplo, el pan y el vino simbolizan la unidad. Los sacramentos, para poder ser vividos, deben ser convenientemente explicados y celebrados.

¿Qué terapia hay que aplicar para que el entusiasmo equilibre a la persona melancólica, reflexiva y fantasiosa?
El entusiasmo no es una actitud, sino un fruto: el que produce el cultivo de uno mismo. La reflexión y la imaginación son buenas siempre que partan de la realidad y, en última instancia, conduzcan a ella.

Javier Marías describe a su padre Julián Marías con esta expresión “la prisa del entusiasmo”. Usted como D. Julián ha sido nombrado Consejero del Pontifico Consejo de Cultura. ¿Qué evolución ha experimentado esta institución desde entonces a principios de los años 80 hasta hoy?
La misma evolución que la de la Iglesia en general y el papado en particular. La diferencia entre el Consejo Pontificio de la Cultura de los años 80 y el actual es la misma que hay entre Juan Pablo II y Francisco I.

En Entusiasmo escribe: “Porque Jesús fue un poeta, un vagabundo, un visionario y un trovador. Todo menos un sacerdote o un monje.” ¿Hasta qué punto esta realidad de Jesús de Nazaret está presente en las altas esferas eclesiásticas, en monasterios y conventos, en cualquier parroquia, hoy?
Que Jesús no fuera un sacerdote ni un monje no significa que ser monje y ser sacerdote no sean buenos modos para seguirle. La figura de Jesús de Nazaret es tan extraordinaria que requiere una nueva lectura para cada generación.

Cuando la casa de acogida se vuelve inhóspita. Cuando el hogar familiar también presenta inconvenientes. Cuando el seminario por el ambiente pierde esa mirada inicial donde los ojos hallaban paz, limpieza, orden y belleza. ¿Qué es necesario hacer para encontrar el hogar que se quiere?
El hogar siempre está dentro de nosotros.

¿Qué prejuicios, miedos, inseguridades o desconocimientos hacen que cualquier persona se niegue la oportunidad de intentar llevar una vida extraordinaria?
La culpa, que es el cáncer del pasado. La angustia, que es el del futuro. Y el apego, que es el del presente.

Cuando Pedro Pablo y otros jóvenes visitaron el pueblo almeriense de Sierro en 1983 era “mortecino y gris”. Con sus guitarras y cantos ayudaron a que Sierro “… pasó a vestirse de fiesta”. ¿Qué capacidad tiene la Música interpretada por espíritus abiertos?
La música es, para mí, el puente entre la palabra y el silencio. Su capacidad para transportar al espíritu humano es sobrecogedora.

En un momento de Entusiasmo se dice: “Lo trágico no es la tragedia en sí, sino no tener a nadie a quien contarla, ¿no crees? Lo triste no es sufrir, sino no poder compartir el sufrimiento, ¿entiendes esto, Pedro Pablo?”
Estas palabras describen realidades humanas de nuestro tiempo, a pesar de ser el periodo de la Historia con más recursos, a pesar de que en Europa y parte de América hay establecido un Estado del Bienestar.

¿Qué les decimos a quienes no escuchan y en su día fueron escuchados?
El sentido de nuestra vida es dejar este mundo, cuando nos llegue la hora de partir, un poco mejor de lo que lo encontramos. La necesidad del otro es el reclamo esencial. No se trata de decir, lo que no significa que decir esté mal. Ni siquiera de hacer, aunque naturalmente habrá que hacer muchas cosas. Se trata sustancialmente de ser aquello a lo que hemos sido llamados.

¿Qué consecuencias está teniendo para cualquier persona o institución que hoy “exista una desmedida confianza en el ideal y una desconfianza igualmente desmedida en el individuo, con independencia de quien se trate”?
Todas las ideologías se han construido sobre ideales. Un ideal es infinitamente más peligroso que cualquier realidad. Mejor haríamos en responder a las personas que tenemos frente a nosotros que atender a las ideas que se conforman en nuestra mente.

Para terminar, ¿sobre qué le gustaría conversar que no hayamos conversado?
Sobre Jesucristo. Es mi entusiasta favorito.
Manuel Carmona Rodríguez