Queridos amigos lectores, es un desgarro decir adiós a Jesús Sáenz Ridruejo, nuestro presidente desde que idease, junto a su mujer, la fundación Belén. Era 1996, aún no existía el móvil. Tenía Jesús cualidades intrínsecas de castellano viejo, de Soria. Era todo un señor. El título de presidente
Seguir leyendo